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Refectorio- Reseña

¿Buscas un lugar para celebrar? El restaurante Refectorio ubicado en pleno Valle del Duero, en la Abadía Retuerta Le Domaine, es el lugar idóneo para ello.

 

Galardonado desde el 2014 con una estrella Michelin, cuenta con dos soles de la Guía Repsol y en el año 2020 logró su primera estrella verde (se trata de una distinción que concede la estrella Michelín a aquellos restaurantes comprometidos con la sostenibilidad y prácticas responsables con el medio ambiente).

 

Marc Segarra es el chef ejecutivo de Abadía Retuerta LeDomaine desde 2016 y junto a su equipo, ofrecen una cocina definida por el vínculo con el entorno, los productores de la zona, los productos de temporada e incluso

de su propia finca ya que tienen huerto propio donde cultivan más de 200 especies de frutas verduras y aromáticas.

 

¿A destacar? El trato por parte del personal que comienza desde que entras por la puerta ofreciéndote unas toallas húmedas aromatizadas para refrescarte.

 

A continuación te acompañan a una sala donde a los pocos minutos nos vino recoger otro empleado con el que comenzamos la experiencia gastronómica.

 

En primer lugar te llevan a "La Cueva" (colección privada de la bodega) para después llevarte al comedor del siglo XII donde el chef propone tres menús (Terruño, Terruño Versión Extendida y Legado) siempre con opción de maridaje para degustar.

En este caso nosotros optamos por el Terruño.

 

Comenzamos la degustación en la propia Cueva:

RAVIOLI de apio nabo encurtido, crema de espirulina y caviar.

El primer pase es de resaltar por las texturas y el intenso sabor a mar.

3D crujiente de patata relleno de paté cremoso de setas.

Se come de un bocado y al masticar explota la crema de setas que contrasta con el crujiente de patata.

CRUJIENTE DE ZANAHORIA con huevas de trucha y crema ahumada.

Un bocado que aporta mucho sabor a mar pero muy bien equilibrado.

CERDITO de garbanzo con sobrasada Ibérica

Pese a que estaba muy bueno quizá este es uno de los pases que menos nos llamaron la atención.

ROSQUILLA CRUJIENTE de patata con queso trufado.

Sabor a patata frita que se equilibra con el queso.

HORCHATA de chirivía.

TARTALETA de remolacha y queso Monte Enebro de Ávila.

Bocado suave y ligero.

CIRUELA con cremoso de Valdeón de León.

Muy cremosa.

PAN DE KAMUT acompañado de:

- Mantequilla de levadura

- AOVE Oliguera arbequina de Renedo

- Paté de lechazo

- Sal de vino

Pan de masa madre elaborado en la propia abadía con el cereal kamut con erigen egipcio.

TOMATE, verdolaga y aceite de higuera.

Uno de los pases que más nos gustaron ya que el sabor del tomate era muy intenso gracias también a que está de temporada.

PERDIZ ROJA en escabeche de foie, espejo de aceituna negra y setas shimeji

Un pase que no importaría para nada repetir porque el sabor es muy potente pero equilibrado. La textura de la perdiz acompaña a puesto que esta desmechada.

ENDIVIA cocida en arcilla con salsa meunière con toques a alcaparra limón y mantequilla tostada.

Este pase lo emplatan en la propia mesa ya que primero te lo presentan dentro de una arcilla y después la rompen para emplatar la envidia con el resto de ingredientes.

RAVIOLI relleno de langostinos de Medina del Campo y con salsa especiada.

También uno de nuestros favoritos con los langostinos de Medina que se están convirtiendo en un gran referente en la gastronomía vallisoletana.

Tras este festín pasamos a los postres:

GRANIZADO de Piparra con crema de lácteos en la base, menta y teja azúcar moscovado.

En este postre hay que romper la teja y mezclar bien todos los ingredientes para que el lácteo contrarreste el picante de la Piparra.

EL PIÑON mousse de piñón, bizcocho de piñón, mantequilla de piñón y lámina de pan

de oro.

Sabor muy intenso a piñón que es bastante agradable y recuerda al turrón.

CHOCOLATES

- Chocolate y avellana aireada

- Macaron

- Bombón de achicoria

- Trufa de orujo

Para finalizar cuatro pases en los que el protagonista es el chocolate pero cada uno de ellos con su propia textura y sabor.

Ygastroeat

"ENSAMBLE", caldo frío de verduras

Muy agradable en boca gracias también a la temperatura con la que se sirve.

CRISTAL con pipas de girasol, caviar cítrico y lima rallada.

Uno de los pases que más nos gustaron por

el equilibrio de diversos sabores y mezcla de texturas que se inician con el primer bocado e intenso aroma a lima.

Continuamos ya en el comedor:

SUQUET DE RÍO: trucha, tenca, cangrejo, semillas y flor de calabacín.

De los pases más principales el más flojo pero aún así muy bueno

ALBÓNDIGAS de pato de Segovia con salsa agridulce, verduras aciduladas y setas perrechico

Sabor potente que se equilibra con la espuma de verduras y salsa agridulce.

Justo antes de los petit fours de chocolate se acercan a la mesa con un carrito con especies aromáticas de su jardín para que el comensal elija con cual quiere que le elaboren, de forma opcional, una infusión.

 

Otro gran detalle a destacar es que cuando ya finaliza la degustación, regalan unas hojas muy cuidadas con el menú degustado junto con dos frasquitos con sal de vino elaborada por ellos además de un pequeño libro con un mapa de pueblos y productores en el que se especifica uno a uno los productos que utilizan y que son protagonistas en sus platos.

 

Nosotros celebramos allí mi cumpleaños y desde luego que lo volvería a hacer porque además tuvieron un detalle de ponerme un trazo de pastel de chocolate con una vela sin que nadie les dijera nada.

 

 

Un lugar mágico al que volveremos.